RODULFO REYES
Los ataques a Javier May Rodríguez, subsecretario de Bienestar Social, se circunscriben en la naturalidad de la sucesión adelantada que arranca al mismo tiempo que cada seis años se nombran a las autoridades estatales, y que ahora es más vistosa por el hecho de que se encuentra en el poder un nuevo partido político, que es –ni más ni menos– el del presidente Andrés Manuel López Obrador.
El relevo de gobierno en Morena, en 2024 que ocurra, se va a parecer en mucho a los del PRI cuando este instituto tenía la presidencia de la república y la gubernatura: será decisión de un solo hombre, del que despacha en Palacio Nacional.
¿Por qué el senador con licencia oriundo de Comalcalco se ha convertido en una pieza apetecible de caza?
Muy fácil: se trata de uno de los dos precandidatos naturales a la gubernatura más cercanos a AMLO (el otro es Octavio Romero Oropeza, titular de Pemex).
Si el de Tepetitán llega con fuerza al final de su mandato y el candidato de Morena a sucederlo le deja vía libre en su tierra, May u Oropeza serán los finalistas.
Seguramente habrá precandidatos locales, algunos del agrado de la autoridad estatal en turno, pero definitivamente –al menos en estos momentos– nadie les hace sombra al subsecretario federal y al titular de la empresa productiva del Estado.
Como Oropeza se encuentra ocupado en sacar el tema de la refinería de Dos Bocas, mientras que May por su desempeño también tiene que ocuparse de su solar nativo, a este se le empieza a considerar el consentido del grupo obradorista.
Por eso a Javier se le acusa de tener copado el ayuntamiento de Macuspana y de tener influencia en el Congreso del estado.
A un préstamo autorizado por el Legislativo para aquella comuna se le quiere achacar al número dos de la Secretaría de Bienestar.
En algunas visitas que ha realizado el presidente a su tierra, “ciertos espontáneos” se han puesto a corear: “May gobernador”.
Hasta donde se sabe, se trata de morenistas que no están autorizados para echarle porras al senador con licencia, pues, más que respaldo, parece una provocación para hacer enojar al mandatario Adán Augusto López Hernández.
May es el primer integrante de Morena en ganar una elección para presidente municipal (en 2015), y antes ya había ocupado el mismo cargo bajo las siglas del PRD.
Además, la antipatía de algunos grupos se ha concentrado en él porque es sabido que la salud de Octavio Romero no es buena y se le descarta por su baja rentabilidad como candidato.
Esto significa que conforme se vaya acercando el 2024, el golpeteo en contra de May irá subiendo de tono y se le mantendrá la acusación de tener el control de su municipio, de temas de carácter personal y de ser el poder tras el trono en el Legislativo.
Curiosamente, mientras en Morena la lista de aspirantes es grande, en el PRD y en el PRI no se observan cuadros con proyecciones de crecimiento.
En los embates a May también se considera que por su Secretaría están bajando muchos recursos a Tabasco, lo que, en apariencia, lo pone adelante en la carrera por la gubernatura.
En el fondo, sin embargo, se desconoce cómo reaccionará AMLO ante la práctica priísta de mantener mediáticamente a raya al precandidato que tiene todo el apoyo federal para perfilarse a suceder a Adán Augusto López Hernández.
PARA SU INFORMACIÓN…
EL GOBERNADOR TABASQUEÑO cuestionó que la empresa International SOS haya incluido al Edén en su lista de 12 entidades en donde los turistas corren riesgos por la ola de violencia, pues consideró que hay estados con peores números en la materia que Tabasco y, sin embargo, no fueron incluidos en advertencia mundial.
