Home Columnas Mordiendo rebozo

Mordiendo rebozo

Mordiendo rebozo
0
0

Sr. López

 

El jueves pasado el secretario de Turismo, Enrique de la Madrid, propuso legalizar la marihuana en los estados de Baja California Sur y Quintana Roo. “destinos turísticos que no tienen por qué ser víctimas de violencia de un trato inadecuado al tema de las drogas en México” (así lo dijo; así habla… ni modo), y que luego ya se debería hacer en todo el país porque, “científicamente es menos dañina que el alcohol y que el tabaco”. ¡Gran nota de prensa!

 

Claro: los reporteros se abalanzaron sobre los que andan en campaña por la presidencia, para ver si le entraban al toro: el Pejehová se abstuvo (“Ningún comentario al respecto (…)”; Meade no abrió el pico (igual que el 11 de noviembre de 2015, siendo aún Secretario de la Sedesol, entrevistado al término de una conferencia que dio en el  ITAM, dijo: “(es un tema) que apenas empieza (…) no se tiene todavía claridad, del que no se han hecho estudios respecto al impacto que pudiera tener”; o sea: no dijo nada); y el C.Anaya pidió un debate “serio y hemisférico” sobre la legalización de las drogas (sí, con la participación de los productores de Alaska… “hemisférico”, dijo), y agregó: “legalizar el uso de la marihuana no resolverá el problema de violencia en el país, no resolverá el problema de violencia”… bueno… ¿ni tantito?

 

Se les fue a los tres un gran tema que bien pudiera servirles para quitarle el bostezo de la boca al respetable. Mire usted, para que nos demos una idea de qué estamos hablando:

 

De 2006 a 2014 entraron a la cárcel más de 453 mil personas, el 73% por posesión y consumo de mariguana (para que no haga cuentas: 332 mil 179), y más o menos la tercera parte de ellos por portación de cantidades menores a 200 pesos (datos del estudio “La regulación de la posesión y la criminalización de los consumidores de drogas en América Latina”, elaborado por el Colectivo de Estudios Drogas y Derecho. Nota de Néstor Jiménez, diario La Razón, edición 20 abril, 2016).

 

Más de 330 mil personas encarceladas por portar marihuana… bueno, es que la marihuana es una droga terrible… ¿sí?… vamos a ver:

 

La agencia EFE consignó el 13 de marzo del año pasado, la alerta que emitió la directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan: “(…) las drogas causan alrededor de medio millón de muertos anuales (…) la situación ha empeorado en los últimos años”. ¡Zaz!… ¿cuántos corresponden al consumo de marihuana?: cero, ni uno, nunca; ¿número de enfermos por consumo de grifa?: cero, tampoco.

 

Claro que todo tiene matices: en 1988 el juez federal Francis Young en los EUA, propuso cambiar “el estatuto de la marihuana por su amplio perfil de bajo riesgo”; sostuvo su veredicto con evidencia de la DEA: un macizo-motorolo-marihuano, “tendría que consumir más de 680 kilos de marihuana en no más de 15 minutos para tener una reacción letal”… dijo el juez. En conclusión: la mota no mata.

 

No promueve este López el consumo de marihuana, no, sino que, peor aún: cuestiona la razón de la prohibición de todas las drogas, de la marihuana en particular y duda del derecho que tienen los gobiernos para prohibir a la gente que se meta, queme, embarre, inyecte o beba lo que le pegue la gana. Sí tiene obligación la autoridad de regular y normar el consumo de algunas cosas, y hasta de considerarlas agravantes en caso de crímenes o accidentes cometidos bajo su influjo. No es novedad, el alcohol es legal y hay reglas para su venta y consumo, y solo teniendo vacío el cráneo una mamá o papá, promueve que sus hijos se embriaguen, nomás porque no está prohibido.

 

El que se voló la barda fue el secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, quien le enmendó la plana al de Turismo: “Las drogas son ilegales porque hacen daño a la salud (…) la ilegalidad deviene del daño a la salud”. ¡Aaah! ¿Todo lo que hace daño a la salud debe prohibirse?…

 

Eso hace inminente el cierre de las fábricas de “thinner”, Resistol, cuchillos, raticida y muchos otros productos, hoy legales; piénsele: en las carreteras de este país, la velocidad máxima es de 110 km/hora: ¿por qué es legal la producción, distribución, venta y uso de autos que alcanzan más del triple de velocidad? (el Lotec, Mercedes-Benz C1000, llega a 430 km/h). Nada: que se limite por ley la potencia de los motores.

 

Tampoco es ilegal algo de consumo casi universal, dañino para la salud, que está en primerísimo lugar en el número de muertes que causa en México (560 fiambres por año en promedio): la electricidad… ¿la van a prohibir?

 

La actual prohibición de la marihuana empezó en los EUA.

 

Henry Anslinger, primer comisionado del Buró Federal de Narcóticos (hoy DEA), estuvo en el cargo de 1930 a 1962; negaba como “patraña” la peligrosidad de la marihuana pero aprovechó su prohibición por racismo (si le interesa, lea “The Hunting of Billie Holiday”; Hari, Johann; Politico Magazine. Retrieved 5 July 2016): “En total hay cien mil fumadores de marihuana en los EE.UU., y la mayoría son negros, hispanos, filipinos y artistas. Su música satánica, el jazz y el swing, son el resultado del uso de la marihuana (y) provoca que las mujeres busquen tener relaciones sexuales con negros, artistas y cualquier otro”. ¡Uy!, y uno sin saber.

 

John Ehrlichman, consejero de Nixon, admitió sobre la moderna guerra contra las drogas  (Harper’s Magazine, 1994):

 

“La campaña de Nixon de 1968, y su gobierno después, tuvieron dos enemigos: la izquierda anti-guerra y la gente negra. ¿Entiende lo que digo? Sabíamos que no podíamos prohibir oponerse a la guerra ni ser negro, pero al hacer que el público asociara a los hippies con la marihuana y a los negros con la heroína, y luego criminalizando fuertemente a ambas, podíamos afectar seriamente a esas comunidades. Podíamos arrestar a sus líderes, allanar sus viviendas, desbaratar sus reuniones y vilipendiarlos todos los días en los noticieros de la noche. ¿Sabíamos que estábamos mintiendo con las drogas? Claro que sí.”

 

Bueno, ya ve, ahora están legalizando allá la marihuana y acá… mordiendo rebozo.

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *