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May, más vivo que nunca / De Primera Mano

May, más vivo que nunca / De Primera Mano
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RODULFO REYES

 

A principios de semana que se dio a conocer la dimisión del tabasqueño Javier May Rodríguez como subsecretario de Bienestar por habérsele quitado la operación del programa ‘Sembrando vida’, muchos llegaron a pensar se había terminado la vida política del oriundo de Comalcalco, pues “al presidente nadie le renuncia”.

Hubo quienes, sin embargo, creían que se trataba de una jugada política de la que estaba enterado el propio mandatario Andrés Manuel López Obrador, lo que se antoja difícil por las ocupaciones del de Tepetitán.

Confirmado en su cargo, los bonos políticos de May se han ido a la Luna. Ahora ya no hay duda de que se trata de uno de los hombres más cercanos al presidente, y que será primer actor en las elecciones de 2024.

Es del dominio público que los dos paisanos de López Obrador más allegados a él son el gobernador Adán Augusto López Hernández y Octavio Romero Oropeza, director general de Petróleos Mexicanos (Pemex).

Pero ahora hay que agregar el nombre de Javier May: ha sido evidente que quien despacha en Palacio Nacional cree en él y le tiene afecto.

Por esa cercanía, tanto Oropeza como May son considerados los punteros en la carrera por la próxima contienda por la gubernatura.

Pero el titular de la empresa productiva del Estado y el subsecretario de Bienestar participan en el mismo equipo. Esto es, desde hace muchos años caminan de la mano y no se entendería el papel que tienen en el lopezobradorismo si estuvieran separados.

Cronológicamente falta mucho para el cambio de Gobierno estatal, pero en los tiempos políticos el proceso ya está aquí.

El primer elemento definitorio en la carrera seguramente sean las condiciones políticas como cierre López Obrador su mandato.

Si finalmente logra terminar por lo menos con la mitad de la fuerza que ostenta ahora, no cabe duda que será su “dedito” el que determine a quien le debe entregar el mando Adán Augusto López Hernández.

Y en estos momentos en el horizonte de Morena no se ve a nadie más que a Octavio y Javier.

Ningún otro miembro del gabinete estatal o tabasqueño en el Congreso de la Unión le hace sombra a ese binomio.

Si el análisis político fuese exacto, en estos momentos el próximo candidato de Morena a la gubernatura sería Romero o May, pero no porque al final estos se enfrenten en una justa interna, sino porque así lo determinaría el dueño del “dedito” más famoso de México.

De regreso con el oriundo de Comalcalco, ayer dio una amplia explicación en la radio de las razones que tuvo para presentar su dimisión, la cual no le fue aceptada en Palacio Nacional.

Dar la cara a Tabasco indica que a Javier le interesa la silla de Plaza de Armas y que esta batalla la ganó la dupla lopezobradorista, pero falta el resultado de la guerra que habrá de darse en unos cuatro años.

 

PARA SU INFORMACIÓN…

 

AMENAZA CON ESTALLARLE a Octavio Romero el escándalo por el suministro de un medicamento contaminado (Heparina sódica) a pacientes hemodializados en el Hospital Regional de Pemex en Villahermosa. O al menos en medios nacionales, sobre todo en las televisoras de la Ciudad de México, se le está responsabilizando por los señalamientos que en su contra hacen familiares de los dos fallecidos. Fuentes del nosocomio aseguran que en lo interno se le atribuye el problema al Gobierno de López Obrador, pues se recortaron abruptamente los recursos que enviaba la federación para su operatividad.  

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