Sr. López
Ayer se celebró en México el “Día Nacional de lo Políticamente Correcto”, discursos, marchas, entrevistas y ¡2 de octubre no se olvida!
Para dejar en claro las cosas desde el principio: no debió haber ni un muerto (y también murieron soldados), ni un detenido por protestar, ni un golpeado-torturado. Ni uno. Dicho eso, también debe aclararse que el Movimiento estudiantil del 68, no tiene la patente de la oposición, ni de la apertura de un régimen político que gozó de cabal salud otros 32 años.
Sí es parte -y no la que más muertos puso-, de los movimientos de inconformes con un sistema de gobierno que don Plutarco no dijo que era para siempre cuando fundó el PNR en 1929, que en su momento fue hasta indispensable si usted quiere, para terminar con la matazón generalizada que fue esa guerra civil que llamamos Revolución Mexicana… pero no era para siempre.
El Movimiento del 68 se ha ido engrandeciendo y se usa políticamente como gesta democrática que se celebra con marchas violentas, agrediendo gente que pasa, pintarrajeando edificios públicos y privados. Se le atribuye el carácter de germen de nuestra actual democracia (esta, la que tenemos, de la calidad que sea), sin reparar en que fue el propio régimen el que se reformó en 1977 (sexenio de López Portillo), gracias a que el entonces secretario de Gobernación, Jesús Reyes Heroles, entendió que la grave crisis económica anunciaba una convulsión política que no se podía enfrentar con una democracia-ficción. Y era inaplazable: cambió México en los albores del fin de las dictaduras en Latinoamérica.
Sin embargo, año con año, el 68 crece y es como casi todo lo que pasa en la capital del país, la madre del asunto, lo de a de veras (como “La decena trágica”, gloria de la Revolución con sus 5,500 muertos que parecen pesar más que los cientos de miles de fiambres de todo el país).
No sabemos ni sabremos qué pasó realmente en el 68. Ya fracasaron en el intento, “La comisión de la verdad” (independiente), en 1993; la “Comisión Especial del 68”, de 1998; y el “Fiscal Especial para investigar la guerra sucia”, del año 2000 (ahora habrá una para lo de Iguala: vana intención).
Si quiere saber siquiera el número de muertos en la noche del 2 de octubre, revise los archivos yanquis, allá tienen más información y más de fiar, por ejemplo el National Security Archive (“Electronic Briefing Book No. 201”), que logró documentar 44 muertos en Tlatelolco (34 identificados, más 10 desconocidos), aceptando que pueden ser más (pero ni cerca de los 350 que dicen, aunque, insisto, ni uno se justifica).
Duele a otros mexicanos anónimos la apropiación que vividores y oportunistas de varia laya, hacen del 68 como semilla de los cambios democráticos en el país, aparentando comulgar con eso, lo que sea que haya sido. Mexicanos anónimos que han puesto a lo largo de casi 70 años, muchos más muertos. Mexicanos sin letras de oropel en muros de honor, ni banderas a media asta, pero mexicanos como los de Tlatelolco, mexicanos que equivocados o no obligan de a pocos a que el régimen cambie, ante la fuerza incontenible de su constante oposición violenta al ninguneo político y la invisibilidad social. ¿Cuáles?… bueno, ahí va una lista incompleta y tome en cuenta que tras cada denominación, hay charcos de sangre:
Asociación Cívica Nacional Revolucionaria; Brigada Obrera de Lucha Armada; Comando Jaramillista Morelense 23 de mayo; Comandos Armados de Chihuahua; Comandos Armados del Pueblo; Ejército Popular de Liberación Unido de América; Ejército Popular Revolucionario; Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente; Ejército Villista Revolucionario del Pueblo; Frente Urbano Zapatista; Fuerzas Armadas de la Nueva Revolución; Fuerzas Armadas Revolucionarias (México); Fuerzas Armadas Revolucionarias del Pueblo; Fuerzas de Liberación Nacional; Fuerzas Revolucionarias Armadas del Pueblo; Grupo Guerrillero del Pueblo Arturo Gámiz; Grupo Popular Guerrillero (los del asalto al cuartel de Madera, Chihuahua, la madrugada del 23 de septiembre de 1965; seis militares muertos, ocho guerrilleros); Liga Comunista 23 de Septiembre; Liga de Comunistas Armados; Movimiento de Acción Revolucionaria; Movimiento Revolucionario del Pueblo (México); Movimiento Revolucionario Lucio Cabañas; Organización Nacional de Acción Revolucionaria; Partido de los Pobres; Partido Revolucionario Obrero Clandestino Unión del Pueblo; Ejército Popular Magonista de Liberación Nacional; Tendencia Democrática Revolucionaria-Ejército del Pueblo; Unión del Pueblo.
¿Y sabe qué?… la BBC Mundo publicó el 18 de enero de 2013, un artículo titulado: “México, país con guerrillas”, en el que se afirma que aparte del EZLN, en México “(…) operan al menos otros seis grupos guerrilleros con presencia en varios estados, según reconocen analistas e informes oficiales (…) organizaciones político militares (que) se encuentran en una etapa de acumulación de fuerzas en silencio (…)”. Lo bueno es que ya no habrá Cisen ni órganos de inteligencia del gobierno. ¡Bravo!
Y el año pasado, el 20 de agosto, RT publicó: “Documentos de la inteligencia civil mexicana dan cuenta del resurgimiento de los movimientos armados que han declarado la guerra al Gobierno federal. La guerrilla, al alza en México (…) (en) la Agenda Nacional de Riesgos, instrumento confidencial elaborado anualmente por el Centro de Investigación y Seguridad Nacional de México (CISEN), se reconoce el fortalecimiento de cuatro grupos guerrilleros que vienen actuando desde la década de 1990. Además, el documento revela la formación de un nuevo grupo con ‘cuadros históricos’ de antiguas organizaciones y nuevas generaciones de militantes de mayor radicalidad de lucha”. Pero nuestro ejército ahora va a predicar el amor y la paz. ¡Qué lindo!
Fuera máscaras políticas. El 68 es una industria productiva de algunos de nuestros políticos. El 68 sirve aparentar que el país lo arreglaron los estudiantes hace 50 años…. y no, es ahorita que traemos la lumbre en los aparejos.
