Héctor Estrada
Y en la recta final rumbo al 2018, este miércoles, Rutilio Escandón presentará en el Congreso de Chiapas lo que se avizora como su último informe de actividades al frente del Poder Judicial del Estado de Chiapas. En medio de una contienda interna prácticamente cerrada a dos aspirantes dentro del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), pero ¿cuáles son las posibilidades reales de Escandón Cadenas para obtener la candidatura al gobierno de Chiapas?
Las aspiraciones de Escandón no son un secreto para nadie. Desde hace casi dos sexenios ha buscado la postulación al gobierno estatal, pero se le ha escapado de las manos. La última vez ante la ex priista María Elena Orantes López, quien finalmente terminó transitando momentáneamente por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) sólo para hacerse de una candidatura que, sabía de antemano, no iba a ganar.
La carrera política de Rutilio Escandón ha estado muy cercana a la del propio Andrés Manuel López Obrador. Desde a mediados de la década pasada el ahora Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura del Estado se ostentó como uno de los principales enlaces estatales de López Obrador en Chiapas. Junto a Pío López Obrador, Rutilio se ha encargado de intermediar los asuntos políticos del “peje” dentro de la entidad chiapaneca.
Es bien sabido ya que Andrés Manuel tuvo mucho que ver con la designación de Escandón al frente del Poder Judicial. Rutilio y Pío han sido interlocutores permanentes entre Manuel Velasco y el hoy dirigente nacional de Morena. Con la salida de Andrés Manuel del PRD y la consolidación de Movimiento de Regeneración Nacional los vínculos han permanecido en la mayor de las discrecionalidades. Finalmente, los vínculos entre Escandón y Tabasco son más que conocidos.
Por eso las amplias facilidades para que Rutilio, pese a no ser militante de Morena, hoy transite con toda tranquilidad dentro de la contienda interna por la candidatura al gobierno de Chiapas. Por eso el evidente respaldo de la familia López Obrador a su participación dentro del proceso interno. Andrés Manuel no ve mal la posible designación de Escandón, con o sin el beneplácito de la militancia estatal. Finalmente, la última decisión será tomada por el fundador y dirigente de Morena, y así deberá respaldarse.
Dentro del Poder Judicial Rutilio se ha portado parco, con poca participación dentro del golpeteo político entre los suspirantes al gobierno de Chiapas, como si la intención fuera mantenerse al margen hasta que los tiempos fueran los indicados, al puro estilo de la vieja política institucional. Tal vez sus mayores sus aciertos tengan que ver son las políticas en materia de equidad, género y mantenerse como una de las pocas instituciones gubernamentales que prefirió bajar el sueldo a funcionarios antes de participar en el garrafal recorte laboral masivo aplicado en Chiapas a principios del año.
Escandón ha sabido moverse por el Poder Judicial de manera sigilosa rumbo al 2018, sacando las mayores ventajas posibles al cargo. Sin embargo, es justo su posición dentro del Gobierno de Chiapas la mayor de sus debilidades electorales. Las vinculaciones con Manuel Velasco Coello le han dado privilegios, pero también han minado gravemente su imagen pública. Es ahora el principal lastre del que deberá deslindarse si lo que busca es ganar credibilidad y fuerza como real candidato de oposición.
Sería deshonesto aseverar que Escandón Cadenas es un político improvisado o de nueva incursión dentro de los autodenominados partidos de la izquierda mexicana. Los antecedentes y la lógica hablan de que tiene amplias posibilidades de conseguir la tan ansiada candidatura al gobierno de Chiapas, pues a fin de cuentas, dentro de los aspirantes en Morena, es quién pudiera convenirle más a Velasco Coello como “candidato opositor” en el relevo que se viene, tomando en cuenta que la candidatura priista apunta a no ser del total agrado para el gobierno verde.
Tras su reelección en 2016, su responsabilidad como presidente del Poder Judicial del Estado de Chiapas concluye en 2019 y su cargo como Magistrado Constitucional en 2022. Hasta ahora los señalamientos sobre su renuncia anticipada son sólo rumores sin fondo real, por lo que todo parece aguardar a que los tiempos electorales lo obliguen a hacer lo que ya parece inevitable… así las cosas.
