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Invasión a la privacidad / De Primera Mano

Invasión a la privacidad / De Primera Mano
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RODULFO REYES

¿Periodísticamente está permitido divulgar una actividad privada de un político? ¿En dónde empieza la vida particular y en dónde termina la vida pública de un funcionario?

En días pasados se dio a conocer que el diputado plurinominal Agustín Silva paseaba con una mujer en una plaza comercial de Cancún. El video fue compartido masivamente en las plataformas del internet.

A todas luces al coordinador de la bancada parlamentaria del PRD lo sorprendieron en un momento de su vida personal.

Es cierto que la línea entre lo público y lo privado es imperceptible, y que las leyes mexicanas son laxas en cuanto a la publicación de temas que podrían caer en el terreno de la difamación y la calumnia, pero ¿por qué los medios tradicionales trasmiten contenidos sin fuentes acreditadas?

En el Manuel de Periodismo de Carlos Marín y Vicente Leñero se establece que mientras la vida privada de un servidor público no incida en su desempeño, no debe ser puesta a debate.

Por ejemplo, si un político bebe alcohol en sus días de descanso y no hace escándalos, se le debe respetar su privacidad.

Pero si se comprueba que usa recursos del erario para embriagarse y disfruta la mexicana alegría en horas hábiles, entonces el periodismo está en condiciones de publicar esa conducta, que en ese caso deja de ser exclusiva de su vida particular.

En cuanto al ex secretario de Comunicaciones y Transportes, si se comprueba que su viaje al paradisiaco destino del Caribe mexicano se costeó con dinero del Congreso local, se le deben devolver las facturas de esos gastos.

Pero si pidió permiso y él desembolsó para ir al lugar donde fue filmado de manera ilegal, se le debe ofrecer una disculpa.

Los medios están obligados a dar conocer abusos de poder en el marco de la vida privada. Tal fue el caso del ex director de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), David Korenfeld, quien en enero de 2016 fue acusado en redes sociales de usar un helicóptero oficial de la dependencia para recoger a su familia en Huixquilucan, Estado de México, e irse de vacaciones.

En ese caso claramente se observa que, aun cuando aparentemente se trataba de la vida privada del funcionario, en realidad estaba incurriendo en una arbitrariedad, lo que permitía en términos periodísticos difundir las imágenes del momento en que su familia aborda la nave pagada con recursos del pueblo.

            El problema es que esa oportunidad que brindan las redes sociales también se aprovecha para desprestigiar a hombres públicos con temas de su vida privada.

            La invasión a la privacidad es algo que debe regularse, aunque no se hace porque de inmediato algunas voces reclaman que se está coartando su libertad de expresión.

 

PARA SU INFORMACIÓN…

 

EN EL EQUIPO del alcalde electo capitalino Evaristo Hernández Cruz hay desazón por los últimos nombramientos dados a conocer. Por eso en los últimos días el fuego amigo se ha dejado sentir a manera de rechazo contra algunos elegidos. La ventaja de los atacados es que el próximo presidente municipal ya conoce las campañitas de desprestigio.

SEGÚN EL DIPUTADO plurinominal Nicolás Bellizia Aboaf, en su aspiración de ser presidente estatal del PRI lo apoya la corriente del ex gobernador Manuel Andrade Díaz y presume el apoyo del ex director del reclusorio, Jorge Lazos, y del delegado estatal de Sagarpa, Francisco Herrera León.

¿SERÁ VERDAD QUE un articulista capitalino especializado en el tema del derecho a la información que acaba de escribir sobre Tabasco recibe datos de una ex funcionaria?

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