RODULFO REYES
Motivados por la popularidad al alza de Andrés Manuel López Obrador, priístas de nuevo cuño en Morena están desaforados haciendo cuentas, tomando posesión de cargos en un virtual gabinete estatal.
El tsunami que están adelantando para los comicios del 1 de julio no necesariamente tiene que darse en la jornada local. Esto es, es alta la probabilidad de que el candidato presidencial de Morena aplaste aquí a sus equivalentes del PRI, José Antonio Meade, y del PAN-PRD, Ricardo Anaya, pero en la contienda por la gubernatura se puede estar hablando de otra historia.
Para empezar, es en los municipios donde se articula la fuerza de un candidato a la Quinta Grijalva y el partido del Peje solo gobierna en Comalcalco, mientras el PRD controla Huimanguillo, Cárdenas, Paraíso, Cunduacán, Jalpa de Méndez, Jonuta, Jalapa y Centro.
Si bien en Tabasco aún no se alía con el tricolor, el PVEM ganó en 2015 en Teapa y Emiliano Zapata, aunque en el primero su alcalde ya renunció a sus filas y se adhirió al MC, que es aliado del partido en el poder.
El PRI es gobierno en Macuspana, Centla, Tacotalpa, Tenosique y Balancán.
El PAN rige en Nacajuca.
En términos de fortaleza territorial, el sol azteca mantiene estructura en ocho municipios, pero la del PAN y de MC también se agregan a su causa por ser parte del frente PRD-PAN que abandera Anaya por la presidencia.
En total 10 ayuntamientos podrían operar para el perredista Gerardo Gaudiano Rovirosa, y no se descarta que la comuna del verde en Emiliano Zapata de igual forma se le sume.
El Revolucionario Institucional encabeza cinco comunas, lo cual lo convierte en la segunda fuerza de Tabasco.
Morena solo tiene un cabildo, el de Comalcalco.
Más importante aún: el municipio de la capital, que aporta una tercera parte de los votos estatales, lo rige el negriamarillo. Por eso en Cárdenas y Huimanguillo se atenaza con pinzas de relojero y pulso de cirujano ocular a los prospectos a las alcaldías, pues si salen mal las postulaciones se desaprovecharía un importante caudal de votos.
Por si fuera poco la pujanza en tierra del partido oficial, en vez de fortalecer sus estructuras municipales, la nomenclatura de Morena se encuentra metida de lleno en la discusión por plazas políticas.
EL TRIUNFO DE AMLO, IRREVERSIBLE AQUÍ
Lo único claro en el Edén cuando aún no empiezan las campañas formales, es que López Obrador molerá a sus adversarios.
Pero no es seguro que en automático los demás cargos ya estén en la bolsa de los priístas que se pusieron en la primera línea de Morena, que de entrada están menospreciando al personaje que más sabe de elecciones en Tabasco, el gobernador Arturo Núñez Jiménez, que si bien ya dijo que habrá piso parejo para todos los partidos, también ha referido que le gustaría que ganase el suyo.
Este reportero todos los días recoge testimonios de tabasqueños que aseguran que le darán su voto al político de Macuspana, pero no necesariamente respaldarán a los demás candidatos de Morena.
A esa borrachera partidista contribuye el hecho de que a diario aparecen gráficas de encuestas en las que la diferencia entre el nuevo partido de izquierda y los demás institutos es francamente insultante.
Increíblemente algunas le dan cerca de 50 puntos a los abanderados de Morena, dejan en 17 por ciento a los del PRD y un poco atrás a los del PRI.
Derrotar a Gaudiano y a la priísta Georgina Trujillo Zentella no será como quitarle un dulce a un niño.
