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Granier: aquellos años / De Primera Mano

Granier: aquellos años / De Primera Mano
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RODULFO REYES


Poco después de que fuera designado por el CEN del PRI como candidato a la gubernatura de Tabasco, el 19 de enero de 2012, Jesús Alí de la Torre se reunió en la ‘Quinta Grijalva’ con el mandatario Andrés Granier Melo. El tema a tratar era la campaña. En un punto de la charla, el jefe del Ejecutivo lo miró a los ojos y le espetó que su administración no le iba a dar ni un peso, y que consiguiera recursos en el Ayuntamiento de Centro (al cual Alí había pedido licencia meses atrás) “y en (la Ciudad de) México”.

Para entender ese ríspido encuentro narrado al reportero por un testigo debe recordarse que Granier quería que el abanderado a sucederlo fuera Luis Felipe Graham Zapata, quien había sido su secretario de Salud en los primeros cinco años de su gestión, pero el equipo del entonces candidato presidencial Enrique Peña Nieto bloqueó a la carta fuerte del gobernante local.

Ese evento no tendría nada de relevante ni de actualidad, sino fuera porque algunos grupos priístas que ven a Granier como un actor preponderante para las siguientes elecciones intermedias, han revivido ese capítulo (la falta de apoyo oficial a Alí) como razón principal por la que se perdió Plaza de Armas en 2012.

A casi ocho años de la derrota del tricolor en el Edén a manos del PRD entonces capitaneado por Andrés Manuel López Obrador, hay quienes se resisten a aceptar que el fracaso era inminente ante el grado de rechazo que mantenía el viejo régimen priísta.

Vaya, hay voces que aseguran que si el abanderado hubiese sido Graham Zapata y con la “operación” de la administración de Granier, posiblemente el PRI se habría mantenido el poder.

Y es que la caída del PRI de Granier le salió contraproducente pueblo choco: llegó al poder el perredista Arturo Núñez Jiménez, que a la postre terminó su gestión convertido en el peor lastre de todos los tiempos de Tabasco.

Fue tan desastroso el régimen de Núñez que hay actores que consideran que superó en el daño causado a Tabasco a la gestión de tres años del extinto priísta Salvador Neme Castillo.

 Núñez ganó en 2012 por el arrastre de López Obrador, que si bien cayó en la contienda presidencial ante Peña Nieto, sí logró convencer a sus paisanos para que sufragaran por el esposo de Martha Lilia López Aguilera.

Así que con el actual gobierno de Adán Augusto López Hernández el mandatario del país ha instalado en la ‘Quinta Grijalva’ a sus dos últimos inquilinos.

Grupos de poder priístas quieren recuperar espacios, y parece que la persona indicada es Andrés Granier, quien, pese a los casi seis años que estuvo preso, aún goza de una popularidad que no tiene en estos momentos ningún personaje de su partido.

Pero las corrientes que en 2012 aseguran haber sido afectadas por el entonces mandatario, que no quiso operar a la vieja usanza para hacer ganar a Jesús Alí, ahora quieren cobrárselas a aquel.

Esta columna está en condiciones de informar que Andrés Granier no va a participar como abanderado en los comicios intermedios del año próximo, pero sí jugará un rol preponderante en caso de que su hijo Fabián Granier Calles sea nominado a una diputación local.

Y para recuperar la alcaldía de la capital ya se encuentran enfilados el propio Luis Felipe y el expresidente de la Unión Ganadera Regional (UGR), Fredy Priego, quien podría concitar el interés de los sectores productivos del estado que han sido relegados por las últimas administraciones de izquierda.

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