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Gina: el mito de la reforma / De Primera Mano

Gina: el mito de la reforma / De Primera Mano
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RODULFO REYES

La principal descalificación a Georgina Trujillo Zentella es haber aprobado las reformas de Enrique Peña Nieto. Hasta la responsabilizan de ser la autora del gasolinazo. Más aún: durante el proceso interno de su partido para elegir al candidato, sus antagonistas de casa la “acusaron” de “votar” por el alza a los combustibles decidida por el presidente, como si fuera traición respaldar a su partido.
La abanderada del PRI a la gubernatura desmintió ayer que haya votado las modificaciones en materia magisterial y energética.
“Yo no estuve en esa Legislatura, quienes estuvieron en ella fueron Adán (Augusto López Hernández, de Morena) y Gerardo (Gaudiano Rovirosa, del PRD); yo no era diputada, era subsecretaria de Estado”, explicó.
En redes sociales, la más apasionada arena donde se discute la elección para gobernador del 1 de julio, esa imputación es la más usada contra la hija del ex gobernador Leandro Rovirosa Wade.
Pero más allá del gasolinazo no hay otra recriminación que le pegue en su imagen, lo cual es un punto de suyo favorable.
Pese a su larga trayectoria, jamás ha sido acusada de haber desviado un peso en los cargos que ha tenido.
Tampoco, pero ni por asomo, le han restregado en la cara que haya favorecido a otros partidos, una práctica muy común entre los priístas.
Vaya, a Gina la estaban obstaculizando cuadros de su partido que en 2012 de manera abierta participaron en la campaña del perredista Arturo Núñez Jiménez, con quien nunca perdieron la relación a pesar de que oficialmente seguían en el Revolucionario Institucional.
Hoy esos actores ya se fueron del tricolor, pero continúan trabajando para el régimen perredista, en una franca traición a la casa política que las acogió, aunque todo apunta a que los partidos que las cobijaron de igual forma son paleros.
Trujillo, también ayer en la misma emisión radial, rechazó ser el plan B del mandatario Arturo Núñez Jiménez, como aseguró el ex priísta Jesús Alí de la Torre, ahora convertido en candidato independiente.
La única mujer en la contienda por la Quinta Grijalva aseveró que si gana la elección y encuentra irregularidades en el ejercicio de las actuales autoridades, “no habrá impunidad”.
“Son ocurrencias de Chucho para tratar de ganar espacios”, dijo, y subrayó que no le preocupa que digan que es la candidata del gobernador.
“Yo me he comprometido en que encabezaré un gobierno honesto y si descubro actos de corrupción aplicaré todo el peso de la ley”, apuntó.
Su entrevistador le dijo que “todo mundo” tiene derecho a decir que es honesto, pero a la hora de la hora…
La diputada federal con licencia lo interrumpió: “a mí que me revisen, mi trayectoria es pública, que me busquen por donde quieran, yo no tengo ni un solo escándalo de corrupción y yo sí puedo decir que soy un gente honesta”.
Expuso que si Andrés Manuel López Obrador llega a ser presidente de la república su relación con él será institucional, pero le exigirá que cumpla sus promesas para Tabasco.
“Yo creo que le irá bien (a su paisano) porque yo no soy un agente de confrontación, soy un agente institucional, un ejemplo con este gobierno es que yo soy priista, el gobernador es perredista y hemos tenido una relación institucional y siempre lo he hecho así, si soy gobernadora y Andrés es presidente tendré que entenderme con él y lo voy a hacer”, subrayó.
Gina está en la competencia y con muchas perspectivas de crecimiento.

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