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En la Mira / Intereses turbios sobre el conflicto del sector salud

En la Mira / Intereses turbios sobre el conflicto del sector salud
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Héctor Estrada

Bastante complejo es lo que sucede hoy dentro del conflicto entre la Secretaría de Salud del Estado de Chiapas y las enfermeras cesadas que desde hace una semana se mantienen en huelga de hambre a las afueras del Hospital Regional de Tuxtla Gutiérrez. Se trata de un conflicto que va más allá de lo aparente, donde la presencia de viejos líderes muy amañados como Víctor Hugo Zavaleta Ruiz abre las sospechas más legítimas sobre el verdadero trasfondo del caso.
La causa asumida y abanderada por el personal de salud en el Hospital Rafael Pascacio Gamboa es incuestionable: el desabasto de medicamentos y la crisis dentro de sector es un asunto que consta a todas luces. No hay duda. Lo denunciado desde hace varias semanas atrás es un problema ampliamente documentado, con pruebas irrefutables dentro de la mismísima Auditoría Superior de la Federación (ASF).
Ya antes había sido personal de otras jurisdicciones quienes habían expuesto una situación nada nueva. Como muestra de ello está la huelga de 2016 en la que personal de hospitales de las regiones Altos y Selva de Chiapas exhibieron semejante déficit de insumos que, es evidente, no tuvo solución efectiva por parte de las autoridades responsables… Sin embargo, hoy el trasfondo parece menos simple.
La presencia de Víctor Hugo Zavaleta Ruiz, así como de otros personajes de la política local, dentro de las negociaciones y operaciones del caso ofrece lecturas sospechosas que hacen a los más arriesgados tomar reservas antes de involucrarse en el asunto. Y no es para menos. Zavaleta Ruiz, ex líder de la Sección 50 del sindicato de salud, es un personaje de largo historial turbio dentro de la política chiapaneca.
Durante años se ha caracterizado por provocar o inmiscuirse en conflictos para sacar tajada personal. Su estadía al frente de la Sección 50 estuvo cargada de señalamientos, por parte de agremiados del mismo sindicato que lideraba, sobre malversación de recursos, corrupción y nepotismo. Es sin duda uno de los personajes más controversiales y turbios dentro del movimiento sindical del sector salud estatal.
Los nexos de Zavaleta Ruiz con el poder son ampliamente conocidos. Muestra de ello son las negociaciones y acuerdos con el entonces gobernador Juan Sabines Guerrero que le permitieron acceder a beneficios políticos como una regiduría durante el gobierno de Yassir Vázquez Hernández, entre otros tantos cargos de conveniencia. Víctor Hugo Zavaleta es un movilizador de cepa, muy experimentado en el manejo de individuos y masas para generar presión política.
Y no se trata de crucificar a nadie. Durante el último conflicto magisterial Zavaleta fue señalado y expulsado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) por intentar sabotear o protagonizar arbitrariamente diversas asambleas y marchas multitudinarias. Es un personaje ya muy conocido y estigmatizado entre quienes saben de esos menesteres… Por eso su presencia y liderazgo dentro de las acciones de protesta del Hospital Regional generan las mayores desconfianzas.
Su insistencia para ser interlocutor entre las enfermeras en huelga de hambre y autoridades de salud, incluso con medios de comunicación, desacreditan una causa tan importante como es la exigencia de medicamentos y servicios de calidad en el sector salud. Su presencia abre dudas, que no deberían permitirse, sobre la legitimidad de las acciones emprendidas por las enfermeras huelguistas y su negativa para aceptar su “simple” reincorporación laboral.
Innegablemente el personal despedido sin justificación debe ser reincorporado de inmediato a sus centros de trabajo, con el pago de sueldos caídos. El desabasto de medicamentos requiere de acciones inmediatas que tienen que ver también son la investigación de un posible desvío de recursos. Se trata de un asunto que debe ser atendido con seriedad, prioridad y urgencia, pero NO como instrumento de manipulación y/o negociación para personajes como Zavaleta Ruiz y sus aliados ocultos… así las cosas.

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