Angie Jiménez
Del 2013 al 2019, se registró una precarización importante en las remuneraciones medias anuales de los trabajadores, las cuales en promedio descendieron a 7%, lo que denota sueldos y salarios más bajos, así como un nivel menor de prestaciones laborales como el aguinaldo, vacaciones, reparto de utilidades y seguridad social.
Sectores como la construcción, la minería, el suministro de agua y gas, la industria eléctrica, así como las actividades relacionadas con el transporte, presentaron la contracción más pronunciada de remuneraciones promedio.
En el censo del 2013 las remuneraciones medias por año ascendían a 223,223 pesos por trabajador y para el 2018 disminuyó hasta 174,999 pesos, lo que implicó una caída de 21.6%, de acuerdo a los datos de los Censos Económicos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En el ranking por sector económico, la manufactura fue el rubro que lideró la precarización laboral. Las remuneraciones medias en este sector descendieron 3.2% en este lapso. Le siguieron el sector servicios y el comercio con caídas de 2.9 y 0.9% respectivamente.
Otro de las señales que alertaron sobre la poca calidad laboral es el de personas que trabajan en una unidad económica sin ser dependientes de la razón social. En México se registraron al 2018 cerca de 4.5 millones de trabajadores en estas condiciones.
En este ramo el comercio y la manufactura también encabezan como las áreas con mayor número de contrataciones bajo este esquema (outsourcing).
En el comercio minorista se encuentran cerca de 1.4 millones de ocupados que no son dependientes de la razón social y 1.2 millones en la manufactura. Sólo en estas dos áreas de la economía se concentran poco más del total de contrataciones outsourcing.
Los especialistas en economía que debaten sobre el impacto de un salario mínimo en la desigualdad, la inflación y la tasa de desempleo están a punto de recibir información y evidencias nuevas desde México.
México aumentará su salario mínimo a un 20% en el 2020, un aumento siete veces más rápido que la inflación, además de un repunte del 16% este año.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador está utilizando el salario como herramienta para combatir la pobreza y la desigualdad.
Esto significa una ruptura absoluta de las políticas recientes de México, cuando los aumentos al salario mínimo apenas superaron la inflación para ayudar a los exportadores a Estados Unidos a mantener costos bajos.
Antes de que nuestro presidente asumiera su cargo, el salario mínimo de México era el segundo más bajo entre más de 30 países en un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) como una proporción de lo que ganaba un trabajador promedio. Solo Estados Unidos mantenía un salario mínimo menor que México.
Los especialistas en economía están debatiendo sobre si los aumentos en el salario mínimo perjudicará para el establecimiento de nuevos empleos.
Gregory Mankiw de la Universidad de Harvard, quien presidió anteriormente al Consejo de Asesores Económicos de Estados Unidos, argumentó que el aumento salarial disminiye las oportunidades laborales para los trabajadores no calificados. El premio Nobel Paul Krugman dice que no hay evidencia de que el aumento del salario mínimo cueste empleos.
El aumento salarial se produce cuando los representantes políticos debaten sobre las formas de reducir las disparidades sociales en medio de protestas masivas en varios países latinoamericanos.
Tomando en cuenta esto, ¿cómo avanza el experimento de México?
A pesar de las advertencias del banco central mexicano (BANXICO), la elevación del 16% al salario mínimo de este año no ha avivado la inflación, al menos no por el momento.
La tasa de inflación ha caído a alrededor del 3% frente al 4.8% registrado en 2018. La inflación básica, tiene como objetivo rastrear las tendencias subyacentes de los precios al excluir los bienes más volátiles, como los alimentos y la energía, apenas tuvo movimiento durante 2019.
Algunos economistas apunta a una fuerte demanda de los consumidores como un beneficio del mayor poder adquisitivo de los trabajadores.
Gerardo Esquivel integrante de la Junta de BANXICO, designado por el presidente Andrés Manuel López Obrador y miembro moderado del banco central famoso por su personalidad dura, festejó el aumento salarial adicional que entra en vigencia el 1 de enero de 2020, al decir que era “justo y necesario”.
Otros economistas han advertido que el impacto acumulativo de dos aumentos de dos dígitos tendrá mucho más afectaciones, más los precios en 2020 y obligará al banco central a frenar su serie de recortes de tasas de interés.
“Estamos comenzando a ver cierto efecto de los altos aumentos del salario mínimo sobre la inflación en la forma de una inflación subyacente más alta, y eso hará que el banco central sea más prudente”, comentó Ernesto Revilla, jefe de economía de América Latina en Citigroup Inc. en Nueva York, agregó “Hará que Banxico avance lentamente en el ciclo de relajación”.
México creó 30% menos empleos formales hasta noviembre del presente año,en comparación con el 2018. El banco central había dicho en un informe en agosto que el aumento salarial a principios de año favoreció a la desaceleración de la creación de empleos.
BANXICO, pronostica que recortará su tasa de interés clave en un cuarto de punto el jueves, no respondió a una solicitud de comentarios respecto al impacto del aumento de esta semana en los empleos y los precios.
Los salarios mexicanos están aumentando en todos los ámbitos, lo que aunado con las remesas más altas, permitirá que el gasto de los consumidores aumente más rápido que el resto de la economía el próximo año, según Carlos Capistrán de Bank of America.
Incluso después del aumento, el salario mínimo se mantendrá en apenas US$6,50 ($123.15) diarios.
“El aumento es una noticia muy buena para el país, muy buena para los empresarios y especialmente muy buena para los trabajadores”, informó Gustavo de Hoyos, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX), agregó “este es el mayor aumento en términos reales desde 1988”.
