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Dudas y habladas / La Feria

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Sr. López

 

Tía Cata murió. Este menda, enterado del feliz acontecimiento, se abstuvo de ir al funeral; luego supo que hubo poca gente (solo fueron los muy viejos, los que aún quedaban de su generación, todos con esa mirada húmedo-sorprendida, de los que no entienden por qué están frente a un ataúd, debiendo estar dentro). La Cata no era querida por ninguno de la camada de este López, porque siendo niños, a todos nos trajo a pellizcos, cuerazos y jalones de patillas y orejas, por la menor cosa, mientras al gordinflón hijo único que tuvo, todo le festejaba y la vez que abrió el gas de todos los fogones de la estufa y el horno, en protesta porque la sirvienta no lo dejó salir a jugar a la calle (él se salió al jardín, a ella casi la mata), nada más dijo la tía: -Cosas de niños, no pasó nada, cosas de niños –¡hiiija de su…! (si es tan gentil, usted, complete la frase con algo soez).

 

Por alguna razón que escapa al flaco entendimiento de este tecladista, en nuestro país hay gente que se permite dudar de que aquí, en esta tierra de hombres cabales, se aplica la ley, si no siempre (errar es humano), casi siempre… parejito.

 

No se agite ni se sofoque, le vaya a hacer mal, pero hay quienes alegan y sostienen, con insistencia que raya en la necedad, que la impunidad campea de la sierra al pie de los magueyales, hasta los volcanes, praderas y flores, de todo el territorio patrio. Infames.

 

¿Qué solo el 1% de los delitos son castigados?… bueno, todo es perfectible. Por algo se empieza (léase con el fondo musical de: “Cooomenzó por un dedito y la mano agarró”).

 

Y para que nadie no dude más, nomás piense que si hubiera impunidad no sabríamos gracias a nuestra poderosa Auditoría Superior de la Federación (ASF), que nada más de 2015, andan bailando 165,000 millones de pesos (cien mil de la federación y el cambio -65,000 millones-, de estados y municipios); que de 2001 a 2013, quedaron por aclarar 98 mil millones de pesos (de los que no tienen ni idea de adonde fueron a dar).

 

¿Ya ve?… todo se sabe. Sí se investiga. ¿Cuál impunidad?… ¿Qué no hay detenidos ni procesados ni enchiquerados?: ¡Roma no se hizo en un día! Ya vamos llegando a Pénjamo.

 

Revitalice la virtud de la esperanza, lo suyo es pesimismo. Mire, la misma ASF el pasado 3 de octubre (hace poco más de tres meses), nos informó a todos, para que no digan que estamos dormidos, que “el gobierno federal y los gobiernos estatales no han devuelto ni aclarado el destino de 214,759 millones de pesos, presuntamente utilizados de manera irregular o desviados por funcionarios públicos”; ¿leyó bien?… presuntamente; no se sabe; no piense mal nomás por hacerse mala sangre.

 

Infórmese bien y verá que en nuestro México lindo y querido, no andan por ahí los altos funcionarios públicos haciendo lo que les viene en gana. Hay un ojo avizor, atento y vigilante, cuidándole las prendas íntimas a La Patria (la señora de la portada de los libros de texto gratuitos). Si no fuera por eso no sabríamos que Pemex, nada más en 2010, sacó del país y depositó en bancos extranjeros (algunos en paraísos fiscales), un billón 212 mil 227 millones de pesos… se lo pongo con números para que le duela más: 1’’212,227’000,000.00 que equivalen a más del 70% de los ‘pasivos’ de ese año de la paraestatal que custodia nuestro petróleo (nuestro mientras este enterrado, que con la reforma energética, nomás llegando a la válvula, tiene dueño… no, no nosotros, nuestro es mientras está abajo, no sea avorazado. Todo quiere). Por cierto, el año siguiente, sacaron del país otros 500 mil millones de pesos nuestros, esos sí, muy nuestros.

 

Nuestros porque Pemex saca de aquí esos dineros para pagos (somos muy pagadores, no nos gusta bailar en boca de nadie), y para inversiones en bancos como el Bank of Tokyo Mitsubishi, Bayerische Landesbank, Standard & Chartered Bank, JP Morgan Chase Bank, Scotiabank y el BBVA, ubicados en Canadá, China, Estados Unidos, España, Gran Bretaña, Holanda, Irlanda, India, Singapur, y en algunos paraísos fiscales (Islas Caimán y Aruba).

 

Su enfermizo sospechar por costumbre le hace dudar a usted que no se manejan esos recursos con toda honestidad, pues Pemex impide que se auditen, pero eso es porque aun siendo como son, empresas fundadas por Pemex, están en el extranjero y no sujetas a nuestras leyes, como aclaró el mero Director General de Pemex al comparecer ante la Cámara de Diputados en 2012 (Juan José Suárez Coppel): “(…) los recursos pierden su carácter de patrimonio nacional una vez que se encuentran en el exterior”. Claro, por supuesto… es dinero privado.

 

La ASF sostiene que esos manejos de Pemex no respetan “la Constitución Política, la Ley de Petróleos Mexicanos ni la legislación pública mexicana que regula a las empresas de participación estatal mayoritaria”, pero lo ha de decir nomás para que sepan que los están observando, que más les vale andar derechitos.

 

Todo lo anterior deja claro como una luna de agosto, que todo se cuida, todo se revisa y que la impunidad es una leyenda urbana.

 

¿No me cree porque nadie está en la cárcel por esas cantidades inimaginables de dinero del país que usted se supone que nos roban año con año?… bueno, para que se le quite:

 

Fue sentenciado a dos años de prisión, en diciembre de 2015, Israel Olmedo Flores, pero la Procuraduría General de Justicia de la CdMx, a pesar de no tener antecedentes penales, consiguió que un Juez le recetara cinco años de bote, porque debe usted saber que el Olmedo Flores se robó (el muy infame), dos latas de cerveza de una tienda de abarrotes (así nomás, el canalla entró, las tomó y se salió: ya no hay valores).

 

¿A ver: hay impunidad en este país?… cinco años de cárcel por dos cervezas, imagínese lo que le va a tocar a cualquier mal funcionario que se atreva a tocar el erario. ¡Tiemblan!

 

Pero no sigue preso el Olmedo, la asambleísta Rebeca Peralta, supo del caso y le ayudó a obtener la preliberación… ¡chin! tenía palancas.

 

Que tome nota Meade: por eso luego la gente anda con dudas y habladas.

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