César Trujillo
La iniciativa para quitar el fuero presentada por el diputado presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en el Congreso local, Carlos Penados Vargas, no pasó porque el Poder Ejecutivo y su misma bancada no quisieron. Así de simple y sin tantas vueltas. Las razones, aseguran, parten de que ésta (la iniciativa) no está diseñada para que se “pare el cuello” el suspirante a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez a quien acusan de “agandaye” y es en quien, supuestamente, recae el poder de que las iniciativas pasen sin tanta traba. Ahora, ¿por qué a Carlos Penagos lo están obstaculizando desde el Poder Ejecutivo con la venia del presidente de la Mesa Directiva del Congreso local, Eduardo Ramírez Aguilar?, ¿existe una ruptura ya marcada dentro del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) rumbo al 2018 que aún no son tan abiertas?, ¿se acabó esa “mancuerna” que ponderaban los verdes en ambas alas del Legislativo?, ¿está el Partido Revolucionario Institucional (PRI) exigiendo pago a los favores en los comicios 2012 y 2015, y estos son los resultados?
El rostro adusto y de molestia del legislador Penagos Vargas, al culminar la sesión del jueves por la noche, fue muestra clara de que las cosas no van del todo bien (él lo sabe, aunque busque ocultarlo) y de que una llamada por teléfono le advirtió que “ni se le ocurriera” pasar la iniciativa o habrían consecuencias. ¿De qué tipo serían éstas si se dieran? Eso sólo él y su interlocutor lo saben, a menos que sea ya un código trazado en las vías de comunicación entre los tres poderes. Por eso ahora que se clausuró el periodo ordinario en el Congreso local, y quedan sólo sesionando a partir del miércoles tres meses, dicha iniciativa se seguirá congelando hasta que le convenga (o interese) al partido del tucán, a través de Eduardo Ramírez, y del Ejecutivo Manuel Velasco Coello que ésta pase.
Pese a que desde un inicio Carlos Penagos confeccionó (o así se la entregaron) la iniciativa del fuero a modo para brindar sobreprotección a los poderes Ejecutivo y Judicial, y entregar en charola las cabezas de los legisladores para que la espada de Damocles caiga sobre ellos si así lo consideran algunos intereses, así como poner en jaque a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) y al Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), ésta propuesta —que ya había sido presentada en el Senado por Zoé Robledo y a la población por el Partido Movimiento Ciudadano— no ha tenido la aceptación del gobernador y su séquito de asesores. La pregunta sería, ¿por qué no ven a Penagos con buenos ojos?, ¿para quién sí sería de aprobación expedita dicha iniciativa?
Mientras son peras o manzanas, seguiremos siendo testigos de cómo la clase política sigue (y seguirá) utilizando el fuero para cubrir sus fechorías e ilícitos, pese a que se pretenden vender bajo el manto de la pulcritud: imágenes que en la vida real no existen. Este tiempo que la iniciativa para quitar el fuero estará guardada en la congeladora del Congreso local, los legisladores deberían de analizarla perfectamente e incluir al Poder Ejecutivo y al Judicial dentro de ésta para que entonces sí se pueda hablar de que la iniciativa persigue un objetivo justo y un fin único, y que no se dé a malas interpretaciones al mostrar a un Poder Legislativo sumiso y arrodillado ante los otros poderes.
En lo personal me sigue llamando la atención el por qué al diputado Carlos Penagos Vargas no le están dando paso a sus iniciativas, o si pasan (como la de los estacionamientos que fue un fiasco desde su inicio) éstas no tienen el respaldo requerido para que detonen su objetivo y tengan el alcance esperado, mientras que otras, de otros institutos políticos, de otros legisladores que no “presumen” cercanía con el poder ni suspiran más allá de su alcance, sí tienen el aval requerido. Parece que: o yo soy muy mal pensado o Carlos Penagos Vargas no cuenta con la venia del gobernador, y ahora ni la del propio Eduardo Ramírez Aguilar, presidente del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y con quien comparte supuesto liderazgo en el Congreso. De ser así, ya podríamos ver a otro suspirante a la reelección en el Congreso que esperará, como la obra de Beckett, en su misma curul que alguien lo palomee para ponderarse en otro puesto.
Manjar
Los padres de los 43 alumnos desaparecidos de la normal rural Isidro Burgos, de Ayotzinapa, e Iguala, Guerrero, estuvieron en Tuxtla Gutiérrez el viernes. Llegaron cansados y con la rabia en los hombros tras dos años y nueve meses de recorrer la república mexicana. Fue acertado el discurso cuando señalan que desde hace ya un tiempo el Estado está desapareciendo a los mexicanos y nadie dice nada. Ojo, porque en una de esas, podríamos ser nosotros o ustedes, advirtieron. #Paratomarloencuenta // La recomendación de hoy es “Los cuadernos de don Rigoberto” de Mario Vargas Llosa y el disco “Tríptico” de Silvio Rodríguez. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
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César Trujillo
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