César Trujillo
Para nadie es secreto que el diputado local Hugo Pérez Moreno, cobijado por las siglas del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), se muere por ser el siguiente presidente municipal de San Cristóbal de Las Casas. Su principal oponente, aseguran, sería la diputada local del Partido Acción Nacional (PAN), Fabiola Ricci Diestel, quien afirma (entre sus más cercanos colaboradores) tener respaldo del propio gobernador Manuel Velasco Coello. Ambos legisladores han emprendido, a su manera, un trote por irse posicionando como la mejor opción. Eso sí, palomeados por el diputado presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, Eduardo Ramírez Aguilar, quien es, también, otro aspirante a ser una de las cartas rumbo a la gubernatura en los comicios del 2018.
Mientras la diputada Fabiola Ricci se reúne con colonos y recorre algunas zonas del valle de Jovel, empezando ya a mostrarse (ponderando un trabajo ineficiente en pro de la protección civil desde el Congreso local) y buscando cerrar un pacto de unidad con el alcalde verdeecologista Marco Cancino, para que sea éste quien también la respalde; mientras todo eso pasa, al legislador Pérez Moreno lo están acusando de ser uno de los principales promotores de invasiones en las faldas del Cerrito, en San Cristóbal de Las Casas. El periodista Pepe Crocker ha señalado que, en la pasada Sesión de Cabildo, en Asuntos Generales, solicitaron a la síndico Linda Higuera Gutiérrez, esposa del diputado Hugo Pérez Moreno, que intervenga en esta delicada acusación en contra de su esposo en su papel de miembro del Ayuntamiento, aunque se ha hecho ojo de hormiga ante el problema que seguramente les reventará en las manos y que representa un serio conflicto de intereses.
Extraoficialmente, incluso, se habla de que existe una ruptura entre el presidente coleto, Marco Cancino, y el legislador Hugo Pérez Moreno, cosa que tampoco nos extrañaría, pues todos sabemos que el diputado local quería ser el candidato en el 2015 rumbo a la alcaldía de San Cristóbal y que se tuvo que conformar con el premio de consolación del Legislativo que no estaba dentro de sus planes luego de que le ordenaran bajarse del carro. Pérez Moreno traía ya sus acuerdos y había invertido un buen dinero para lo que él consideraba sería su campaña asegurada, pues afirmaba que el gobernador le había dicho que sí palomearía su paso sin problemas (Ricci Diestel debería tomar en cuenta esta historia, aunque hay quien dice que ella en realidad terminará volando a una diputación federal) como edil. Ahora, el diputado está inmerso en una acusación seria como promotor de la invasión hormiga de las áreas verdes en el pueblo mágico y deberá responder a ello.
Según algunos comunicadores de San Cristóbal, Pérez Moreno anda prometiendo “espacios dignos” para que vivan los grupos de invasores, ofertando lotes en las montañas y en los cerros bajo la promesa de que, posteriormente, éstos serán regulados y nadie podrá molestarlos ni quitarlos de esos sitios (cosa que es sumamente falsa, pues son predios que no se van a entregar para asentamientos humanos). Aunado a ello, se cree les ha prometido oportunidad de desempeñarse como ambulantes en la cosmopolita ciudad que pierde, trienio tras trienio, la esencia de pueblo mágico. Si esa estrategia es cierta, los problemas de San Cristóbal podrían dispararse por el hambre desmedida que cobijan algunos legisladores. Es inadmisible que, bajo falsas políticas públicas, un diputado haga uso de estrategias viles a cambio de conseguir votos, y peor que sea uno de los suspirantes a la alcaldía quien empiece con el pie izquierdo. Peor aún, que estando su esposa como regidora en el Ayuntamiento de San Cristóbal ésta se preste para cobijar las irregulares prácticas de su esposo.
Pero ese actuar no es nuevo. Al menos Fabiola Ricci Diestel sabe perfectamente cómo operan los matrimonios cuando se encuentran en el poder, pues cuando ella era regidora en el Ayuntamiento se prestó a ayudar a su esposo (que ahora funge como supuesto “asesor” de la regidora María Mandiola Totoricagüena) en la desaparición de la ambulancia que serviría para los bomberos, tema que quedó en la congeladora y que la legisladora parece olvidar ahora que quiere ser la alcaldesa de los coletos. Sería interesante que el Congreso local atienda estos temas y aclare la participación de Hugo Pérez Moreno en las invasiones. Aunque, afortunadamente, ya está en análisis lo del fuero (!) y se puede empezar a aplicar la ley de forma parejita.
Manjar
Delicado el asunto que denunció Alejandro del Solar Trinidad, coordinador de delegados de la Organización de Trabajadores Unidos por la Seguridad (OTUS), AC, al señalar que para que un policía municipal de Tuxtla Gutiérrez, se le asigne una motocicleta, o lo dejen patrullar, debe pagar un moche por ese “privilegio” a sus mandos en Seguridad Municipal. Si a esto se le suman los sueldos raquíticos que reciben, el problema de seguridad es algo bastante serio que deja en la indefensión a los ciudadanos. A ver qué dice Moisés Grajales al respecto. #Yanilaburlaperdonan// La recomendación de hoy es el libro “Extracción de la piedra de locura” de Alejandra Pizarnik y el disco “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.
*Foto cortesía del muro de la diputada Fabiola Ricci
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