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Código Nucú / Albores Gleason y su (des)informe legislativo

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César Trujillo

 

Este sábado rendirá su informe legislativo el senador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Roberto Albores Gleason. La locación elegida para su destape rumbo a la gubernatura —porque en eso se han convertido los (des)informes legislativos recientemente— es el estadio Víctor Manuel Reyna a las 10 de la mañana. En el Facebook, algunos priistas han empezado a compartir una invitación que parece una portada de algo que anuncia lo que usted se imagine, menos el trabajo por cuatro años de un legislador. Sólo en algo acertaron sus “asesores de imagen” y es en ese fondo entre verde pálido o grisáceo que es la muestra de lo que es como político y en lo que ha convertido a su partido desde su arribo al tricolor en Chiapas, sitio del que —recordemos— ya debió ser movido desde el 2015.

El también secretario de Gestión Social del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido Revolucionario Institucional (PRI) dará, pues, un circo simulado de su supuesto trabajo en pro del desarrollo de Chiapas. Las más altas figuras del priismo estatal, y su padrinos de la nacional, van a acuerparlo y, algunos de ellos, tras hacer alarde a las virtudes del senador, tras enarbolar su gran aporte a la política en favor del partido, tras inflarlo como la mejor carta para el ruedo en el 2018, lo van a ungir pese a que las corrientes del priismo en Chiapas se encuentran divididas por intereses particulares muy marcados.

Será en este encuentro donde se muestre el músculo y la unidad del priismo. Más allá de los acarreos —que son una constante en todos los eventos políticos del partido más viejo de México—, de las porras pactadas entre lidercillos pueblerinos, de los vítores, de las matracas y lo que se les ocurra para montar una fiesta, será la presencia de los viejos cuadros, de las bases partidistas y de los sitios hegemónicos del tricolor, lo que nos permitan ver cómo se encuentra el partido que hemos visto sumiso desde el arribo de Roberto Albores Gleason al poder, quien, cabe recordar, ha estado haciendo uso de las prerrogativas pese a que su periodo concluyó y sigue ahí por un capricho—y su marcada cercanía, porque no decirlo— del líder nacional, Enrique Ochoa Reza.

Lo peor que le puede pasar al PRI es que un político manipulado por su padre sea la bandera del partido, sobre todo cuando el desempeño de Albores Guillén tiene muchas piedras que le cubren el paso y un cúmulo de fantasmas lo han acompañado desde hace años. Los nexos con el dinero turbio, los muertos que carga en la espalda su padre, más la subordinación y acatamiento al Partido Verde Ecologista de México (PVEM) muestran la clase de político que el senador es. Porque no ha podido —ni ha querido— sentarse con los cuadros fuertes, con la vieja guardia que lo ve con recelo y desconfianza, aun cuando sabe que el partido requiere que todos los sectores jalen para el mismo lado si pretenden dar batalla a un Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que avanza a paso firme y es el imán que anda abrazando desbandadas de otros colores.

Así, será este fin de semana cuando el senador —que anhela ser el alfil de su partido rumbo a la gubernatura­— muestre sus padrinos mágicos (que le urge uno de peso completo) y enseñe si ya los cuernos y la cola han madurado para poder ser un rojo verdadero, un rojo de corazón: como ellos se llaman, y no un rojo pálido con tonos verduzcos, como hasta ahora se ha mostrado. Tener el apellido de un exgobernador, militar en el mismo partido de la familia y ser un aborto de la juniorcracia ­— que es un mal en boga en México­—  no es que requiere Chiapas ni la política en estos tiempos de crisis. Sabines y Velasco pueden dar cuenta de ello. Ya veremos cómo se las gastan para que el evento del suspirante a la gubernatura termine bien parado, aunque todo indica que será un remedo de la farsa que fue el de Comitán.

 

Manjar

En el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC) se brincan la barda como quieren. Dicen que las instrucciones del consejero presidente, Oswaldo Chacón, ni son tomadas en cuenta mucho menos acatadas. Eso de que los ratones hagan fiesta cuando el gato ande en reunión es delicado. Deberían checar esos nimios detalles. #Ampliaremos // La recomendación de hoy es “Greetings to the Family” de Luis Armenta Malpica, un canto que es un coro de voces donde se funden en un abrazo la música y la literatura. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

 

@C_T 1

 

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