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Chiflar y tragar pinole / La Feria

Chiflar y tragar pinole / La Feria
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Sr. López

 

Como debe usted sospechar a estas alturas, el Jefe de Proveeduría, Disciplina y Seguridad, del Campo de Entrenamiento en que fue domado este menda (“papá” y “casa” les decían otros niños), era una macho de Jalisco -de mero Autlán-, como sacado de una película de las de blanco y negro de la “época de oro del cine nacional” (hasta pena da escribir tal frase, digo, acá estábamos haciendo “Allá en el rancho grande” con Tito Guízar y en Hollywood “Ciudadano Kane” con Orson Welles). En fin: López Sr. era un señor genéticamente diseñado para macho mexicano, con todo lo que constituye a un auténtico macho y encima, grandote, fuerte como mulo, bravísimo… y su contraparte, la toluqueña subcomandanta Yolanda, de metro y medio de alzada, con su carita de novicia del Verbo Encarnado y sus finos modales del siglo XIX, jamás lo contradijo pero cuando no se ponían de acuerdo en algo, decía: -Vamos a hablar tantito –y se encerraban en su recámara: ya sabíamos todos que se iba a hacer exactamente lo que ella opinaba, siempre. Y ser macho-macho, viviendo como ovejita, ha de haber sido un perpetuo choque anímico para el que mandaba siempre que mandara lo que su dulce esposa dijera. Por eso le he comentado que resolvía problemas de ajedrez, era mejor ocupar la cabeza en eso a enfrentar la realidad de que su esposa modelo llavero lo mangoneaba. ¡I’iñor!

 

La lectura o escucha del discurso de nuestro Presidente, permite suponer que forma parte de alguna manera de algo de aquello que antes se denominaba “izquierda”, palabra que ya no define una postura política clara, pues con el paso del tiempo la “izquierda”, a fuerza de girar siempre hacia a la izquierda se fue aproximando a la derecha, para ni mencionar el origen del término (de ese lado se sentaban en la Asamblea francesa, durante la Restauración, ya pasada la Revolución y caído Napoleón, los liberales herederos de las ideas de la Revolución francesa, los más bravos, los más intransigentes y decididos defensores de los derechos del “ciudadano” -sin pedir jamás opinión al ciudadano, que para eso estaban ellos; interesantísimo, ¿verdad?-, y de lado derecho se sentaban los contra revolucionarios, partidarios del regreso de la Casa Borbón a gobernar el país; o sea, de churro, nomás porque de un lado se sentaban unos y del otro, los otros, resabios del pleito de jacobinos contra girondinos).

 

Como sea, la impresión que se lleva cualquier extranjero que se entere de los asuntos públicos actuales de México, es que tenemos a la “izquierda” en el poder. Será.

 

Sin embargo, en los hechos duros, el país mantiene intacto el esquema neoliberal, al menos en todo lo relativo a las finanzas públicas y su economía.

 

Andrés Manuel López Obrador, sufre.

 

Sí, no debe ser fácil, este menda lo sabe después de ver como apretaba las mandíbulas su progenitor.

 

Y tan es así que ayer, la nota financiera más destacada en la prensa nacional fue esa: todo en orden, no hay cambios, el capital grandote descansa, el músculo (de izquierda) duerme, la ambición (de izquierda) descansa. Si lo duda, lea la cabeza principal de la portada de ayer de “El Financiero” (que es Bloomberg, por cierto, no se le vaya a olvidar; por si se le ofrece algo, su dirección es: Bloomberg Tower 731 Lexington Avenue, Midtown Manhattan, Nueva York):

 

“Tranquiliza al mercado señal de disciplina fiscal

 

La Secretaría de Hacienda envió a calificadoras, mercados e inversionistas una señal de estabilidad y tranquilidad. Analistas coincidieron en que las metas fiscales de superávit primario y reducción de deuda en los Precriterios -sic- de Política Económica 2020 representan un compromiso.

 

Marco Oviedo, economista en jefe para AL de Barclays, dijo que se establecieron objetivos fiscales más ambiciosos para que las calificadoras se tranquilizaran. Era necesario, destacó, fijar una estabilidad fiscal y una inflación más baja para 2019 y 2020 para que otros factores, como el Estado de derecho, la regulación y los tratados comerciales, se equilibren y atraigan más inversión.

 

Lo que Hacienda quería hacer, advirtió Luis Foncerrada, economista en jefe de la AmCham México (Cámara de Comercio yanqui en México), era mandar una señal de que habrá finanzas públicas sanas, ya que esto es determinante para la inversión”. (Fin de la cita).

 

El pasado lunes 1 de abril la SHCP entregó a la Cámara de Diputados, los “Pre-Criterios 2020”, con que “(…) inicia el diálogo con el H. Congreso de la Unión sobre las perspectivas económicas y de finanzas públicas que culminará con la entrega del Paquete Económico para el ejercicio fiscal 2020” (comunicado No. 032 El Ejecutivo Federal, por conducto de la SHCP); no inventa nada este menda, ni quito ni pongo (la frase original es de un mercenario que el 22 de marzo de 1369, como bien sabe usted, sujetó a Pedro I, auténtico pretendiente al trono de Castilla, a la muerte de su papá, Alfonso XI, para que lo matara su medio hermano bastardo, Enrique de Trastamara; y el mercenario -Bertrand Duguesclin-, dijo como excusándose con Pedrito ya cosido a puñaladas: “Yo ni quito ni pongo rey, pero ayudo a mi señor”, porque le pagaba Quique y quedó en la historia así como Enrique II el Fratricida… interesantísimo también; y luego se queja uno de tener número impar de lectores, inferior a tres).

 

Complementa El Financiero esta importante nota principal, con un recuadro: “Regresa confianza de inversionistas a bonos de PEMEX”. Mire usted…

 

Así como vemos a nuestro Presidente haciendo gala de una prudencia sorprendente cuando del tal Trump se trata (y qué bueno, porque no está el palo para cucharas, ni nuestra economía le aguanta un recargón al imperio del gran capital global ni al gañán del Trump), así, a la hora de definirse las finanzas públicas, seguimos por la senda trazada, la que siguieron Fox, Calderón y Peña Nieto. ¡Chin!, ahí para la otra.

 

Esta diferencia entre discurso y hechos, es confirmación -ratificada científicamente-, acerca de la imposibilidad de chiflar y tragar pinole.

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