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Carabias, ¿presea para la impunidad? / Código Nucú

Carabias, ¿presea para la impunidad? / Código Nucú
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César Trujillo

La bióloga Julia Carabias Lillo, expresidenta del Instituto Nacional de Ecología y exsecretaria de Recursos Naturales y Pesca en el Gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León, y quien ha sido designada como merecedora de la medalla Belisario Domínguez 2017 por la Comisión dictaminadora del Senado de la República, se encuentra ahora en los reflectores de diversos grupos en Chiapas luego de ser acusada como probable operadora y promotora del saqueo de recursos naturales en la Selva Lacandona y, por si fuera poco, partícipe en el tráfico con especies nativas de plantas y animales a nivel internacional.

Sin discursos trillados, Víctor Chambor, guía especializado de la naturaleza en servicios turísticos lacandones, sindicó —en un mensaje compartido en las redes sociales— a la investigadora mexicana como una de las orquestadoras del “tráfico de mariposas”, entre ellos, “La Rodrigueza y La Cuatro Soles” (según la biblioteca natura en peligro de extinción), argumentando que desde los 80, década de arribo de Carabias a la Lacandona, ésta se ha apoderado de la selva respaldada por “un grupo de depredadores ambientales” entre los que se encuentra “Javier de la Maza”.

Sin embargo, no es esta la primera vez que los lacandones (sí, otros también la han acusado de lo mismo) ponen el dedo en la llaga y señalan los artilugios que usa la bióloga —respaldada por el Gobierno de Chiapas— para embelesar a las comunidades, engañarlas, ganarse su confianza bajo supuestos proyectos ecoturísticos sopesados por instituciones internacionales y auspiciados por extranjeros que enarbolan un discurso de preservación de la selva, mientras, por otro lado, saquean indiscriminadamente, incluso, “minerales considerados contaminantes durante su proceso de extracción” (dato publicado en septiembre del 2014 por el semanario Línea Verde, en la página 18, en el artículo titulado “Julia Carabias o la disputa por los recursos de la Selva”).

Chambor ha sentenciado el dictamen del Senado al elegir a la investigadora y miembro fundador de Natura Mexicana, y quien tiene a su cargo la Estación de Chajul —creada por la ahora extinta Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología (Sedue) y relacionada  al Instituto Nacional de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)— argumentando que darle la medalla Belisario Domínguez a Carabias “es una afrenta para los chiapanecos y los lacandones” cuestionando, incluso, “¿qué programa o proyecto educativo ambiental se está generando en las escuelas del polígono de la Lacandona?”, cerrando con una invitación a los chiapanecos a visitar la selva para “conocer la realidad” que se vive.

“Si eres chiapaneco o quieres a Chiapas difunde nuestra indignación. Esta importante medalla no debe ser dada por cuestiones políticas ni a quienes agarran a Chiapas para vivir de ella. Hazlo viral” (sic), culmina señalando el mensaje del guía lacandón. Ya en el 2014, el supuesto secuestro de la bióloga documentado por medios nacionales e internacionales fue puesto en tela de juicio por las comunidades lacandonas que señalaron era un acto de simulación para manipular y confundir en el proceso de cambio de las autoridades de la Comunidad Zona Lacandona (dato también del artículo arriba citado), e incluso algunos medios señalaron que existía un fuerte potencial de explotación de los recursos, pero que no se había detenido, tampoco, el tráfico de maderas preciosas y de flora exótica como las orquídeas.

Cabe recordar que fue en el proceso posterior al supuesto secuestro de Carabias que ésta aprovechó para deslindarse de las acusaciones a su persona, a su equipo de trabajo y las asociaciones que la respaldan aludiendo que lo que incomodaba a las comunidades era su “defensa a la selva y el bloqueo a los proyectos del mismo Estado, así como las invasiones”.

Así, mientras la Comisión dictaminadora ha decidido investir a Julia Carabias Lillo con la Medalla Belisario Domínguez, bajo el lema “Una mujer para la Belisario”, promovido por el senador petista Zoé Robledo, los lacandones sindican a la investigadora como responsable del saqueo de la Lacandona y abren nuevamente un capítulo que alude a la impunidad y corrupción que imperan en el Gobierno de Chiapas y que es solapado por la actual administración del gobernador Manuel Velasco Coello. Tiempo al tiempo.

Manjar

Más de 14 millones de pesos adeuda el Gobierno de Chiapas a los concesionarios del Conejobús en la capital Tuxtla Gutiérrez. Ayer, en conferencia de prensa, los socios (todos de la tercera edad) denunciaron la apatía por cumplirles con lo acordado, a tiempo de señalar que el interés de Manuel Velasco de mantener vigente a este medio de transporte es, principalmente, por la partida presupuestal que aún recibe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), misma que es gracias a la mitomanía del exgobernador Juan José Sabines Guerrero y el famoso invento del biodiesel. #GobiernoQueEscucha // La Red por los Derechos de la Infancia en México ha denunciado que en Chiapas hay más de dos mil menores y adolescentes, y más de cien mujeres embarazadas, todos desplazados de Chenalhó y Chalchihuitán. #GobiernoQueCumple // La recomendación de hoy es el libro Política y Ciencia de Max Weber y el disco  Sin Documentos de Los Rodríguez. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

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César Trujillo

Poeta y periodista

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