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Caminos en la mar / La Feria

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Sr. López

 

Pepe, el más impresentable primo que tenerse pueda, en cierta ocasión consumó cierta bellaquería que este menda no se atreve a contar, pero fue demasiado lejos, aún para los estándares del increíblemente caradura y desvergonzado profesional que era Pepe. Calculó el tiempo en que llegaría a oídos de sus papás tal desafuero, planeó qué hacer y el día que los oyó entrar a la casa gritando a dúo: ¡¡¡Pepe!!! –en ese instante, él respondió: -¡¡¡Fuego!!! –y encendió un paquetón de periódicos debidamente arrugados bajo su cama, cuyo colchón, a su vez, estaba prudentemente desfondado para que prendiera instantáneamente el relleno. Para cuando terminaron de sofocar las llamas (apestó a humo la casa entera durante meses), ya ni quien tuviera ánimos de echarle bronca. Pepe, Pepe. No fallaba.

 

Ayer nuestra prensa de circulación nacional y los portales digitales, hirvieron con la noticia de que Carlos Romero Deschamps, líder del sindicato de Pemex, tiene investigaciones abiertas en la Fiscalía General de la República (FGR), y que nuestro Presidente comentó en su ‘mañanera’ (también de ayer): “Hay denuncias presentadas ante la Fiscalía (…)  todo lo que nos llega se tramita, se le da curso (…) si él toma la decisión de dejar el sindicato para atender estos asuntos está en su derecho”… ya te estás yendo Carlitos.

 

La declaración presidencial del pasado 30 de enero, quede en el olvido, por favor no sea fifí, conservador ni aguafiestas, sí, ese día el Ejecutivo refiriéndose al rumor de que don Romero tenía que ver con el huachicol, aclaró: “Solo en una se le acusa de participar en robo de combustible, y la denuncia no ha sido ratificada, se está en espera de que se confirmen las acusaciones y que se presenten pruebas”. Pues ya no, ya son varias y mejor que entregue el puesto y enfrente sus responsabilidades, es la recomendación presidencial. Otra de sesos.

 

Los medios de comunicación tenochcas, fieles a su vocación por el despelote, el cachondeo y el relajo, se dieron vuelo, explicándonos a todos los ingenuos habitantes de esta idílica patria nuestra, que el señor ese es corrupto (violando la presunción de inocencia, que conste), cosa escandalosa e inesperada en alguien como él, diputado federal tres veces, senador dos (siempre del PRI y cada curul por la vía plurinominal, él no es de esas aves que carroñean votos), cosa increíble en quien fue miembro propietario de la Asamblea General del Infonavit (en 1993); primer Secretario General sustituto del Comité Ejecutivo Nacional de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), otra organización de beatos y piadosos; sí él, desde hace 26 años, Secretario General del impecable, prístino, pulcro sindicato de Petróleos Mexicanos; ese mismo caballero de quien dijo Joaquín Hernández Galicia (la Quina), el verdadero líder potente del sindicato de Pemex, caído en su tiempo en tiempos de Salinas de Gortari: “Siempre se mostró como el más servil de todos los secretarios generales, el que estaba más dispuesto a alabarme, a echarme porras, a apoyarme en todo, llegaba al grado de ser arrastrado, pero se enmascaró bien” (a uno no le crea nada, revise el Proceso del 8 de septiembre de 2002). Él, el mismo que logró salir sin una salpicada del asuntillo ese conocido como el “Pemexgate” (minucia que le costó mil millones de multa al PRI). Bueno, pues, sorpréndase: ese sindicalista señorón, tiene averiguaciones abiertas en la FGR. No, si ya no sabe uno en quién confiar.

 

¿Qué nos tocará ver?… ya está doña Robles en la cárcel, el abogado Collado también, igual que el fortísimo propietario de Altos Hornos de México, Alonso Ancira; y correteados, Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex; parece que también Medina Mora, el ya exmagistrado de la Suprema Corte… aunque al mismo tiempo, parece que no; pero quien sí anda bien a la carrera es Gonzalo Gil White, hijo del temidísimo exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz. ¿Qué nos tocará ver?

 

¿Nos tocará ver que a esos traviesos profesionales de la defraudación masiva al fisco,  les pongan un susto de esos que vuelven líquidos los desechos sólidos?… ¿de veras?… no parece que sea posible y menos con esa nueva ley que sirve para tipificar como delincuencia organizada los robos grandotes a Hacienda (no todos, solo los más atascados), ley que al mismo tiempo es un manual utilísimo que ya sabrán hacer valer en su favor esos maestros de la evasión y el escapismo, Houdinis fiscales, que ese es su mero mole, estudiar las leyes con lupa, encontrar los hoyitos, meterles el dedo, irlos ensanchando y drenar las alforjas patrias, a lo grande, sin pudores. No. No lo veremos. Estalla el país. Ahí sí están metidos varios, no muchos pero no pocos pescaditos modelo ballena azul.

 

Y mientras, la noticia de la matanza de trece policías estatales en Aguililla, Michoacán, pasa a segundo plano. Y mientras, se quintuplica el robo de gas en el año; y mientras, la Suprema Corte se achica; y mientras, sigue intocable el fétido y muy millonario gobernador electo de Baja California, Jaime Bonilla Valdez, de quien se dice ni mexicano es (y se dice con fundamento suficiente para tres torres Latinoamericanas), quien perteneció y actuó con brío en el Partido Republicano de allá; y si fuera mexicano no hubiera podido contender en 2016 como candidato al cargo de Director de Aguas del Distrito de Otay, en California, EUA, pues para registrarse manifestó el 3 de junio de 2016, bajo pena de perjurio, entre otros datos, ser residente en Chula Vista, California, como consta en el mismo registro (número1225042), certificado ante Notario en Los Angeles, con acta número 2127814. O sea… no es y si es, no podía. Pues pudo, es de Morena, nada pasa y todo queda. Chin.

 

Y mientras se hunde la seguridad, la economía promete tormenta, se otorgan a diestra y siniestra contratos enormes a dedo; y lo nuestro es asombrarnos por el escándalo del día, mientras se reconstruye el viejo régimen, el autoritario. Sí. Y este Lopez haciendo caminos en la mar.

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