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Bloqueos, la moda del sexenio / Código Nucú

Bloqueos, la moda del sexenio / Código Nucú
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César Trujillo

 

Con una cuerda, piedras, troncos o ramas, tablas con clavos o de la forma que se les ocurra, los tramos carreteros en Chiapas se han convertido en un negocio redondo para los diferentes grupos que ponderan una actitud intimidatoria mientras portan machetes y palos con toda libertad. La cuota puede ser fija o subir, como si se tratara de una regla escrita a su antojo. Eso sí: no hay derecho de réplica ni oportunidad de conocer las causales que los llevaron a tomar el camino de violentar el libre tránsito. Quien juzgue su actuar puede hacerse acreedor a una reprimenda verbal acompañada de palabras altisonantes (si le va bien) e, incluso, de una caravana de golpes al vehículo y al mismo conductor  (si le va mal).

Así es Chiapas y así son sus días. Sin la aplicación del estado de derecho y bajo la complacencia de las autoridades, solapados hasta por quienes son los encargados de brindarnos seguridad, varios grupos, en diferentes zonas de la geografía estatal, han visto una oportunidad de delinquir con total impunidad poniendo en riesgo a quienes por trabajo o necesidad deben trasladarse de un lado para otro.

De Bochil a Simojovel, de Yajalón a Tila, de Venustiano Carranza a Comitán, por Teopisca, en la Costa, en la zona Sierra, entre Ocosingo y Palenque, en las mismas entradas de Tuxtla, en el arco de Oxchuc y así, donde usted menos lo piense, se topa un bloqueo o dos, o más, dependiendo de su suerte. Los pretextos son muchos y van desde el chaporreo de las cunetas hasta las consignas en contra del mal en moda: el gobierno.

Los daños a las empresas son incuantificables. Es más, documentado está que por causa de algunos bloqueos algunas personas que viajaban enfermas perdieron la vida y otras más hasta el trabajo. Pero no pasa nada. Esto es Chiapas y si algo nos enseñó este sexenio del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), en manos de Manuel Velasco Coello, es que ignorar todo es la fórmula perfecta para la ingobernabilidad. Los oídos sordos tienen a la entidad sumida en un caos que se palpa centímetro a centímetro. Nadie da certeza a los viajeros y nadie da certeza a los turistas, lo cual es sumamente preocupante.

Quienes somos de Chiapas estamos ya acostumbrados a este jaloneo, a esta forma tan desquiciada de algunos grupos que han encontrado en los bloqueos carreteros una forma de hacer dinero exprés. Incluso no se requiere la presencia de adultos y la zona Tulijá-Tseltal-Chol nos lo ha demostrado. Cuatro menores bloquean con una soga. Dos por lado sostienen el artefacto que impide el paso (vaya chiste) y dos más extienden una botella de pet cortada a la mitad en donde la cooperación mínima es de diez pesos. Ah, libres pasan sólo los que se dedican al transporte en esa zona y que son sus conocidos. Los demás debemos pagar.

Si a todo esto le sumamos la inseguridad que impera en algunos de los tramos carreteros, como el de San Cristóbal de Las Casas a Palenque, esto se pone mucho peor. El asesinato de los dos ciclistas extranjeros fue apenas el punto álgido que puso de nuevo el tema sobre la mesa. La verdad es que ese tramo ha sido un dolor de cabeza para quienes somos de esa zona. Recuerdo que desde el 97, cuando salí de Yajalón a estudiar a Tuxtla Gutiérrez, eran los transportes Tuxtla quienes nos llevaban por ese peligroso tramo en el que nos tocó vivir, en más de una ocasión, asaltos a mano armada y nadie hizo nada. La medida sugerida fue viajar en caravanas o evitar pasar después de la una de la madrugada. Claro, los ladrones modificaron igual su método y hora y esto nunca cambió. Tan es así que hoy, 21 años después, los males que aquejan a la zona no han cambiado del todo y, me atrevo a decir, han empeorado.

Muchos me han dicho que con el gobierno que viene las cosas van a cambiar. Esperemos que sí, de verdad lo digo. Es bastante molesto quedar varado a medio camino a expensas de la voluntad beligerante de unos cuantos que se sienten con todo el derecho de joder el tiempo de los demás como los de Malpaso que exigían 200 pesos por vehículo y eran hasta asaltantes, y todos los hacen sabiendo que nadie les dirá nada. Urge que el estado de derecho se aplique y que se libere el tránsito, pues en nombre de luchas sociales cualquiera hace su agosto en pleno julio.

 

Manjar

Dos asesinatos en estos dos últimos días en Chiapas han circulado en la redes sociales: uno en San Cristóbal de Las Casas donde un taxista fue lapidado por un grupo al que llaman “motonetos”, bajo la mirada atónita de un grupo de colonos que no hizo nada por detener el linchamiento; otro en Comitán de Domínguez, tras un supuesto enfrentamiento donde perdió la vida un trabajador del departamento de Limpia municipal. Ambos homicidios se han dado bajo la mirada complaciente de un Estado que ha sido rebasado desde hace mucho y que no actúa ni por la presión mediática. Un Estado que en estos seis años ha ondeado como bandera la ingobernabilidad y ha legado vacíos legales que hacen que cualquiera quiete la vida a otro sin pudor alguno. #LaMuerteTienePermiso // La recomendación de hoy es el libro Poemas humanos de César Vallejo y el disco Mi vida de José José. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

 

* Miembro de la Asociación de Columnistas Chiapanecos.

 

Contacto directo al 961-167-8136

 

Twitter: @C_T1

 

Mail: palabrasdeotro@gmail.com

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