Por Daniela Alfaro
Como parte de la programación de la Semana Nacional de Ciencia y Tecnología que en su 25 aniversario retoma las medidas de prevención de desastres naturales, se llevó a cabo la conferencia “Sismo del 7 de septiembre realidad y consecuencias” por Raúl González Herrera.
En septiembre del año pasado, Chiapas presentó un terremoto de magnitud de 8.2 con epicentro a 133 kilómetros de Pijijiapan, en el estado se registraron al menos 16 víctimas mortales y miles de heridos, que pudieron ser disminuidas con las medidas adecuadas.
Tras un terremoto días después en la Ciudad de México, los números quedaron en más de 170 mil viviendas afectadas; 59 mil 867 con daño total, 19 mil 784 escuelas con daños, 949 establecimientos del sector salud afectados además de 2 mil 221 inmuebles patrimoniales entre edificios religiosos y civiles, museos y zonas arqueológicas, 114 de ellos en Chiapas.
González Herrara, ganador de varios premios de ingeniería civil e investigador de la facultad de Ingeniería de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach), recalcó que la autoconstrucción y materiales de mala calidad son dos de los principales problemas con la seguridad de las edificaciones en el estado.
En el estado, muchos de los inmuebles dañados fueron por dichas razones. Las casas de adobe no resisten los sismos y las que no cumplían los lineamentos, sufrieron daños irreparables, es decir la población de escasos recursos fue la más afectada, asegura Raúl.
Las viviendas y edificios que no fueron afectados visiblemente tras el sismo, sin duda sufrieron un daño, que aunque no representa peligro inmediato, lo será posteriormente con los temblores a futuro, por lo que es necesaria su supervisión.
El expositor, explicó que los sismos en Chiapas han sido frecuentes porque el estado tiene contacto con al menos tres placas tectónicas, la de Cocos, la de Norteamérica y la del Caribe, por lo que la actividad telúrica será permanente.
Dentro de la conferencia se expuso que las estadísticas sugieren que a más de un año, las más afectadas han sido las mujeres y adultos mayores, quienes al no contar con los documentos necesarios no pudieron accesar al fondo de damnificados.
“No hay manera de poder prever un sismo” reiteró, pero la manera de evitar desastres es cumpliendo con las normas y lineamientos de obras públicas.
