Home Columnas Antes de México / A Estribor

Antes de México / A Estribor

Antes de México / A Estribor
0
0

Juan Carlos Cal y Mayor

 

Con eso de que el presidente es el faro que ilumina día con día los temas de la agenda nacional y además nos encanta el arguende; discutimos ya por costumbre, sin distingo y sin prioridad, todo lo que hace y dice. En ese ejercicio rayamos en el exceso tomando partido, lo mismo criticándolo que defendiéndolo. Con Vicente Fox y luego en el gobierno de Peña Nieto, el deporte favorito ha sido banalizar, vilipendiar, ridiculizar pero también analizar con la mayor objetividad posible los dichos del presidente. Algunas de sus afirmaciones son de la mayor importancia. Por ejemplo, su firme y casi testaruda convicción de que la economía crecerá arriba del 4% contra todos los pronósticos de los analistas financieros y hasta los datos duros del propio Banco de México y su propia Secretaria de Hacienda. Eso si que ocupa y preocupa, por que afecta directamente el bolsillo de los mexicanos.

 

Recién se hizo bolas al enfatizar la antigüedad de nuestro país a partir de los primeros asentamientos, queriendo referirse las civilizaciones mesoamericanas, es decir aquellas que se desarrollaron en nuestro actual territorio. Dentro de ellas la civilización Olmeca que según los arqueólogos y antropólogos surgió en el año 3000 A. C: y cuyo esplendor se extinguió en el 1,500 A.C.

 

La evidencia paleoantropológica y genética apoya la hipótesis de los primeros pobladores llegaron a América en la etapa de la glaciación que permitió el paso por el estrecho de Bering. Esto sucedió entre 15 000 y 14 000 años a. C. Otras teorías afirman que los humanos llegaron a América mucho antes, y está basada en el descubrimiento de restos cuya datación por carbono 14 da una antigüedad mayor que 14 000 años A.C.

 

De cualquier manera no se trata de asentamientos humanos porque en su primera etapa los homo sapiens de donde descendemos eran nómadas cazadores y recolectores. Fue hasta que cultivaron sus alimentos y domesticaron para su crianza y reproducción a otras especies, que comenzaron a asentarse y construir edificaciones, que es el momento en que se considera que nacen las civilizaciones.

 

El presidente también señaló –con todo respeto- que en lo que es ahora Nueva York pastaban Búfalos cuando en México ya habían universidades. Acierta parcialmente porque en efecto la Real y Pontificia Universidad de México fue una universidad del virreinato de la Nueva España  fundada en 1551. Sólo que México no era México el país, el virreinato de la Nueva España.

 

La Universidad de Nueva York se fundo en 1831, mientras que la Universidad de Columbia se fundo en 1754. Eso es en realidad lo que el presidente quiso decir. Ciertamente por nuestros primeros antecedentes somos una nación con una basta riqueza cultural producto de nuestras antiguas civilizaciones, la conquista y la fusión con la cultura española. Estados Unidos es un país mucho más joven que colonizó un territorio en su mayoría despoblado y con presencia mínima de culturas nómadas. Lo paradójico es que en 200 años se convirtieron en la nación más poderosa del mundo. Mientras nosotros seguimos en las mismas, incapaces de exorcizar nuestros propios demonios, debatiendo entre fifís y chairos, divididos, sin encontrar nuestra propia identidad que es en realidad producto de nuestra diversidad cultural.    

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *