Home Columnas AMLO y el síndrome de Hybris

AMLO y el síndrome de Hybris

AMLO y el síndrome de Hybris
0
0

Juan Carlos Cal y Mayor

No se puede gobernar a base de impulsos de una voluntad caprichosa, sino con sujeción a las leyes. Benito Juárez

El médico y político británico David Owen publicó “En el poder y en la enfermedad” (Editorial Siruela 2010), obra en que analiza a distintos personajes de la política  a través de la historia como Sir Winston Churchill, Lincoln, Kennedy o Adolfo Hitler. Entre otros males mundanos identificó un trastorno, el síndrome de hybris, que padecen las personas que ejercen poder y es una característica de la personalidad que los hace excesivamente autoconfiados y mesiánicos. La palabra Hybris proviene del griego y refiere a la descripción de un acto en el cual un personaje poderoso se comporta con una soberbia y arrogancia que lo llevan a despreciar a las otras personas y actuar en contra del sentido común.
La hybris es un elemento fundamental de la definición de insensatez que ofrece Barbara W. Tuchman: ‘una perversa persistencia en una política demostrablemente inviable o contraproducente’. Y prosigue: ‘La estupidez, la fuente del autoengaño, es un factor que desempeña un papel notablemente grande en el Gobierno. Consiste en evaluar una situación en términos de ideas fijas preconcebidas mientras se ignora o rechaza todo signo contrario (…) por lo tanto, la negativa a sacar provecho de la experiencia.’
El poder obnubila el sentido de la realidad. La crítica no orienta, ni persuade, ni estimula la autocorrección o el reconocimiento del error. Ensimismados los empoderados tornan en autómatas que recrean su propio mundo virtual.
Le suenan aquellos epítetos a los que ya nos tiene acostumbrados el de sobra conocido líder de Morena? “Cállate chachalaca” refiriéndose en su momento al entonces Presidente Fox. “Señoritingos”, “Pirruris” en referencia a Meade y Anaya al que también llama “Aprendiz de mafioso”, el “innombrable” Carlos Salinas. O los apodos que le ha asestado a Felipe Calderón: “Fecal” abiertamente grosero. ¿Porqué puede proferir insultos a diestra y siniestra? ¿Es así el lenguaje de la política que esperamos de un aspirante a jefe de estado?
Pues ese es el mismo líder que gobernó la ciudad de México y va por la tercera candidatura presidencial. El mismo que se autonombró “presidente legitimo”, así como el que se cree Napoleón en el nosocomio. Aquel que ha mandado al diablo a las instituciones, a los altos mandos del ejército, a los ministros de la suprema corte y a quien se le atraviese en el camino. Ése que se abroga el derecho a otorgar perdones y amnistías a los mismísimos narcos. Ése para el que, según su propio documental de vida, está predestinado. Se dice juarista pero viola abiertamente la “laicidad” y el espíritu de la constitución al utilizar símbolos religiosos empezando por ponerle “Morena” –quién otra que la virgen- al partido de su propiedad cuyas finanzas maneja a su antojo y discreción. Juárez dándose de topes  en la pared.
Pero él es Juarista y Guadalupano a la vez, sí señor, porqué no. Los Pinos, bien valen una misa. En una mano el estandarte de la virgen Morena, en la otra, la reforma del 57 que impulsaron Juárez y los liberales de la época excomulgados por el Papa al igual que Hidalgo y Morelos ¿Trastorno bipolar?
Nos presenta un equipo de gobierno integrado por académicos que como los monitos del WhatsApp, desde ahora no oyen, no ven, no opinan. ¿Qué pensará doña Olga Cordero, exministra de la corte y futura secretaria de gobernación- respecto de la idea de cancelar la construcción del nuevo aeropuerto de la CDMX?, ¿se puede así nomas porque sí y empecinarse en ello, con un 65% de avance, dejar tirado un proyecto que tan sólo durante su primera fase, contará con una terminal de 550,000 metros cuadrados y tres pistas paralelas que operarán simultáneamente. Con una capacidad para 50 millones de pasajeros y que atenderá hasta 550,000 vuelos por año? ¿No hay acaso múltiples contratos, fianzas, estudios, especificaciones técnicas, permisos? Para su fase máxima, según la SCT el aeropuerto tendrá otro edificio terminal, así como seis pistas de operación simultánea y podrá atender hasta a 120 millones de pasajeros. ¿Se pueden tirar por la borda  1,841 millones de pesos?
Dentro de sus promesas de veto a privilegios que tanto gustan a la turbamulta que todo le aplaude ¿Sabrá acaso que con un simple amparo cualquiera de los expresidentes que –nos guste o no- recibe por ley una pensión, no podrá retirársela por tratarse de derechos adquiridos? ¿Pensará que el Congreso aprobará sus propuestas completamente deficitarias como la pensión a más de 2 millones de jóvenes, el aumento a los adultos mayores, a los soldados de nuestras fuerzas armadas? ¿Podrá construir 2 refinerías sin saber siquiera cual será el precio del barril para esas fechas y nos sale más barato comprarla que producirla? Ése, el de construir dos refinerías, es el peor disparate de todos. Cada una tiene un costo de diez mil millones de dólares, lo que equivale a 420 mil millones de pesos por las dos ¿Tendrá las mas remota idea de lo que cuesta mover las Secretarias a los estados y todas sus implicaciones laborales, administrativas o políticas? ¿Respetar –gracias- la autonomía del banco de México? ¿Bajar el sueldo a los altos funcionarios? ¿Porqué no empezó con Monreal y las delegaciones que gobierna en la CDMX o con sus casi 40 diputados federales? Y así nos vamos, más lo que acumule cada semana de 15 años en campaña con sus ocurrencias donde ya encarrerado ofrece el oro y el moro a sus catatónicos seguidores.
Como única sugerencia, estimado lector, no se atreva a refutar, contradecir, diferir o incluso sugerir, sino quiere recibir una retahíla de insultos, agresiones y mentadas; sino quiere cargar como letra escarlata el mote de habitante confeso del averno de la mafia del poder.
Así era Mussolini. Así trató Hitler a los judíos. Así Mao Tse Tung, Stalin, Sadam Hussein, Gaddafi y acabaron con decenas de millones de vidas. Nunca, nadie osó contradecirlos. Hoy, existen en el mundo al menos 40 dictaduras y aproximadamente 1.900 millones de personas viven bajo su opresión. Nada está escrito.

LEAVE YOUR COMMENT

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *